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Lola Flores

María Dolores Flores Ruiz, más conocida por el nombre artístico de Lola Flores, nació el 21 de enero de 1923 en Jerez de la Frontera, Cádiz, España, en el seno de una familia modesta. Era la mayor de los tres hijos del matrimonio formado por Pedro Flores Pinto (1897-) natural de la La Palma del Condado (Huelva) y Rosario Ruiz Rodríguez, (1901-1989) originaria de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Mucha gente está convencida de que Lola era de raza gitana a causa de su arte muy atado al de los gitanos, sus rasgos físicos y expresiones, así como su matrimonio con un gitano. Pero Lola solamente era calé por parte de su abuelo paterno, Manuel, que era un vendedor ambulante con ascendencia gitana.

Con apenas diez años, ya cantaba por los bares de su barrio junto a su padre. Y con 16, debutó sobre las tablas en la compañía de Custodia Romero, en el teatro Villamarta de Jerez de la Frontera. Dejó pronto su ciudad natal para viajar a Madrid. Allí le llegó el éxito más rotundo y dejó huella con su temperamento y personalidad.

Se alzó a la fama y llegó a firmar el contrato más elevado de su época, de 6 millones de pesetas en los años 50, con el que viajó por América grabando películas, canciones y dando giras.

Por su carisma fue llamada ‘La Faraona’, y por las devociones que despertaba llevando por el mundo el nombre de su país, a modo de embajadora honorífica, recibió el sobrenombre de ‘Lola de España’, canción que, de hecho, se convertiría en uno de los temas fundamentales de su repertorio habitual.

Lola, que era una gran admiradora de Tina Turner, pasó 55 años de su vida sobre los escenarios. Actuó por igual en el Olympia de París que en el Madison Square Garden de Nueva York. “No canta ni baila, pero no se la pierdan”, dijo de ella The New York Times. En 1952 decidió ir a México donde filmó ¡Ay pena, penita, pena! (1953) y La Faraona (1956), dos películas que la posicionaron entre el público iberoamericano.

Contrajo matrimonio de 27 de octubre de 1957 con Antonio González, El Pescailla, cantante y guitarrista que se convertiría en su sombra y el amor de su vida. Un amor incondicional que después tendría que compartir con los tres hijos que la pareja tuvo en común. Lolita, Rosario y Antonio fueron la razón de ser de la folclórica.

La especial relación y la sobreprotección que también tuvo con sus hijas ha parido toda clase de leyendas urbanas que resisten a día de hoy. Dicen las malas lenguas que sobre Isabel Pantoja pesa una maldición con nombre y apellidos: Lola Flores. Y es que cuando Paquirri dejó su relación con la mayor del clan Flores para correr a las faldas de la Pantoja, La Faraona sentenció: «Ojalá que llores por todos y cada uno de los hombres que ames». El tiempo ha escrito el resto.

Con los años su estrella declinó un tanto, dado el encasillamiento que había sufrido su figura, pero se mantuvo fiel a la identidad de su personaje: racial, imprevisible, resuelto, deslumbrante siempre. En la década de 1980 realizó, junto a su hermana Carmen Flores, diversas giras por España y Latinoamérica.

Lola protagonizó durante toda su vida diversos programas de televisión, pero no fue hasta los 90 cuando empezó su etapa en televisión como presentadora.

Presentó varios programas como El tablao de Lola en Telecinco (1992), Sabor a Lolas en Antena 3 (1992-1993) y Ay Lola Lolita Lola en TVE (1995); estos dos últimos los presentó junto a su hija Lolita Flores. Su último programa en TVE tuvo que suspenderse por el agravamiento de la enfermedad de Lola en la entrega número 9; allí hizo su última aparición cantando en público. Al principio su actuación se iba a realizar de pie, pero Lola tuvo que pedir una silla y apenas movió el brazo derecho porque lo tenía hinchado como secuela por el cáncer que padecía.

Sus programas se caracterizaban porque sus presentadoras formaban parte del espectáculo bailando y cantando. Toda esta etapa por televisión demostró que Lola no dejó de cantar ni de bailar hasta sus últimos días. El último programa que grabó fue El coraje de vivir, que no pudo terminar.

Lola Flores nunca hizo ninguna serie de televisión con ella como protagonista, aunque destaca su papel en la serie Juncal de 1988, también participó en muchas series como invitada, como Los ladrones van a la oficina (1994-1995), junto a sus hijos Lolita y Antonio. En dicha serie participó en cinco episodios.

Lola murió la madrugada del 16 de mayo de 1995 en El Lerele, su casa de La Moraleja (Madrid). Durante una veintena de horas, más de 150.000 personas pasaron frente a ella para darle el último adiós. Había luchado durante 25 años contra el cáncer de mama, entre operaciones y tratamientos, pero negándose a que le amputaran un seno. Llanto, luto, duelo y pena popular. Solo dos semanas después, una sobredosis acabó con la vida de su hijo, el único varón Flores, incapaz de superar la muerte de su madre.

El 21 de enero del 2016, Google en los países de Argentina, Chile, Colombia, Corea del Sur, Croacia, España, Estonia, Grecia, Indonesia, Islandia, Japón, Kenia, Lituania, México, Perú, Portugal, Kazajistán y Ucrania, celebran el 93.º aniversario del nacimiento de Lola Flores, cantante de copla, flamenco, bailadora y actriz española, de grandísima popularidad en todo el mundo, artísticamente apodada "La Faraona".

El 'doodle' ya que se trata de una imagen estática de la cantaora en su juventud, ataviada con el típico traje de flamenca. No le faltan su abanico, sus faralaes y su peineta. Incluso se han acordado del característico lunar en lo alto de la mejilla de la artista.

Fuente:
http://www.lavozdegalicia.es/
https://es.wikipedia.org/
http://elpais.com/

Clara Rockmore | José Alfredo Jímenez

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