Nació en Ahuazotepec, Hidalgo el 13 de junio de 1868, registrado bajo el nombre de Felipe de Jesús Ángeles Ramírez, siendo hijo natural del Coronel Felipe Ángeles, un coronel que combatió contra la invasión estadounidense en 1847 y la francesa en 1862, y de Doña Juana Ramírez. Desde niño era de carácter solitario, soñador y gran rectitud y patriotismo, realizo sus estudios en Huejutla, Molango y Pachuca. El entonces Presidente constitucional Francisco I. Madero, le asigna el cargo de director del Colegio Militar de Chapultepec en el año de 1911; y finalmente es nombrado General Brigadier. Participo también como comandante de las fuerzas que operaban en Morelos contra la insurección zapatista, en donde se propuso evitar los excesos que cometían los militares en contra de los campesinos. Cuando Francisco I. Madero comienza a tener dudas de la lealtad de Huerta y se produce el cuartelazo de la Ciudadela, dispone que Ángeles y sus tropas se trasladen a la capital con la finalidad de nombrarlo jefe de la Plaza y encargado de las operaciones contra los rebeldes. Fue aprendido al mismo tiempo que Madero y Pino Suárez y encerrado en el mismo cuarto de Palacio Nacional y se le mantuvo preso hasta el 29 de julio de 1913. Felipe Ángeles, "el único alto jefe del Ejército Federal que se mantuvo leal a Madero durante el golpe de Félix Díaz y Victoriano Huerta y los días sucesivos de febrero de 1913 conocidos como la Decena Trágica". Tras la usurpación de Huerta, Ángeles fue enviado a Francia, pero para regresar de manera clandestina muy poco tiempo después e incorporarse a la Revolución, primero, como parte del gabinete de Venustiano Carranza en Sonora, y, después, en los primeros meses de 1914, como parte de los mandos de la División del Norte, al lado de Francisco Villa. Después vendría el fracaso de la Convención Militar Revolucionaria de Aguascalientes y la lucha de facciones dentro de la Revolución. En medio de ese período aciago y convulsionado, Ángeles se habría de refugiar en Estados Unidos durante la segunda mitad de 1915. Tras la sanción de la Constitución del 1917, el general regresaría a México en diciembre de 1919, para sumarse a las fuerzas de Villa, convencido de que sólo así, apoyando a Villa, podría evitarse la que consideraba como inminente intervención de Estados Unidos a México. Felipe Ángeles fue apresado el 17 de noviembre de 1919. Ante el consejo militar al que se le sometió durante los días 24 y 25 de noviembre en Chihuahua, dio muestra de las ideas y doctrinas en las que se había formado y de las que se declaraba defensor; eran ideas en donde podía encontrarse una peculiar síntesis de liberalismo, humanismo y socialismo. El General Ángeles fue el militar más preparado que participó en la Revolución; el 15 de noviembre de 1941, al cumplirse el XXII aniversario de su muerte fue nombrado Hijo del estado de Hidalgo, su entidad natal. "Uno de nuestros más grandes males, que por atavismo tenemos los mexicanos, es dar puestos a individuos sin educación y sin aptitudes que son más dañosos como funcionarios que como particulares; pero, sin embargo de esto, a mí nunca se me ha dado la presidencia de la república, pues no la admitiría porque no tengo los conocimientos ni facultades necesarias para ello." Fueron éstas algunas de las palabras dichas en defensa propia en el consejo de guerra al que fuera sometido uno de los personajes que, además de ilustrado, estuvo llamado a ser para la posteridad uno de los más solitarios de la Revolución Mexicana y de la propia historia de México: el general Felipe Ángeles (1869-1919). |